Hoy, la Comisión de Investigación de la ONU para los Territorios Palestinos Ocupados, bajo la presidencia de Navy Pillay, anunció que ha comenzado a recolectar pruebas sobre crímenes de guerra cometidos por Hamás, otros grupos palestinos armados y las fuerzas de seguridad israelíes desde el 7 de octubre.
La situación reciente ha agregado una urgencia sin precedentes a las conclusiones y recomendaciones de la comisión, según Pillay, ex Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.
La jurista sudafricana enfatizó que los civiles y las instalaciones civiles nunca deben ser objetivos legítimos y que todas las partes involucradas deben cumplir con las obligaciones de protección de acuerdo con el derecho humanitario internacional.
El informe publicado hoy se enfoca en violaciones de derechos humanos en el conflicto palestino-israelí, pero no aborda los eventos más recientes (comprende el período de mayo de 2021 a agosto de 2023). A pesar de esto, Pillay destacó que el respeto por el derecho internacional es esencial para poner fin a la violencia.
El informe concluye que todas las partes en el conflicto, incluyendo Israel, la Autoridad Nacional Palestina y el gobierno en Gaza, han fallado en tomar medidas preventivas para evitar víctimas civiles durante dos años de violencia, lo que ha agravado la crisis y aumentado las divisiones y el odio.
El lanzamiento de cohetes y morteros hacia áreas civiles por parte de grupos palestinos armados se considera un crimen de guerra, al igual que la respuesta «desproporcionada» de Israel a estos ataques. Además, se señala que el bloqueo de alimentos y suministros médicos en Gaza viola la ley humanitaria internacional.
El informe también subraya que las operaciones de seguridad israelíes en Gaza buscan debilitar la oposición a la ocupación, fragmentar la cohesión política palestina y, a largo plazo, evitar el establecimiento de un Estado palestino libre.
El documento denuncia la represión, a menudo letal, de las manifestaciones palestinas por parte de las fuerzas israelíes en Cisjordania y Jerusalén Este, así como las redadas y arrestos con un uso desproporcionado de la fuerza en ciudades como Jenin.
El informe insta a Israel a llevar a cabo investigaciones imparciales, independientes y exhaustivas sobre posibles violaciones de derechos humanos en Gaza y a Hamás en Gaza a cesar los ataques contra objetivos civiles.
